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Maria Telo Nuñez

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Biografía de María Núñez

Maria TeloMaría Telo Núñez, nació en Cáceres el 8 de octubre de 1915 y falleció en Madrid el 5 de agosto de 2014, siendo una de las mejores jurista y feminista española, considerada una de las 100 mujeres de España del siglo XX por su defensa de los derechos de la mujer. Doctora Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, Premio Scevola 2011 a la “Ética y Calidad de los Profesionales del Derecho” por su compromiso con la justicia y por su lucha a favor de la democracia y la igualdad de la mujer, Premio Clara Campoamor 2006 y autora entre otros del libro Mi lucha por la igualdad jurídica de la mujer.

Hija de notario, en 1932 inició los estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca. A falta de dos asignaturas y debido al estallido de la Guerra Civil Española, tuvo que esperar hasta 1940 para poder obtener la licenciatura.

Las reformas legislativas de la dictadura franquista le impidieron acceder al cuerpo de notarios. Como ella

misma relata en el discurso de investidura: “Mi padre, que había sido militar, y siendo Teniente Coronel se hizo notario, pretendía que todos sus hijos estudiasen derecho, pero conmigo existía un problema, que era mujer, por lo que empecé el bachiller de Ciencias, para ser farmacéutica, pero tuve la fortuna de que la República permitiese la entrada de la mujer a ese Cuerpo, el mismo año 1931, en que se proclamó. Mí bachiller de Ciencias quedó arrumbado y comencé el de Letras para estudiar Derecho. Pero ocurrió que cuando me faltaban dos asignaturas para terminar la carrera, estalló la guerra civil. Los horizontes se cerraron, los exámenes quedaron suspendidos y no se reanudaron hasta el año 1940, fecha en que terminé mí licenciatura. El dictador borró de un plumazo toda la legislación de la República, y volví a encontrarme con que no podía opositar a notarías”

En 1944 opositó al Cuerpo Técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura, siendo la primera mujer en acceder al mismo. Fue allí donde conoció al que sería su esposo, Juan Manuel Fernández Albor, con quien tuvo una única hija. Después de enviudar, con 37 años se estableció como abogada en Madrid, ejerciendo como tal, hasta que cumplió los 80 años de edad. Especializándose en Derecho de Familia.

En un artículo publicado en periódico ABC dijo: “Cuando en septiembre de 1969 yo inicié la lucha por liberar a la mujer de las cadenas jurídicas, su situación era tan vejatoria y alienante dentro de la familia, con proyección en lo público, que había artículos como el 1263, que situaba a la mujer casada entre los menores, los locos o dementes y los sordomudos que no sabían leer ni escribir. El artículo 57 obligaba a la mujer a obedecer al marido y la licencia marital era como su sombra para todos los actos de la vida. Sin licencia, prácticamente, la mujer sólo podía hacer testamento”

Activismo durante la dictadura franquista María Telo perteneció a varias asociaciones y organizaciones nacionales e internacionales que tenían entre sus fines la defensa de los derechos de las mujeres. A finales de los años cincuenta, María Telo ingresó en la Federación   Internacional   de   Mujeres   de Carreras Jurídicas. Fue en 1969 cuando organizó el Consejo anual de dicha Federación en Madrid.

La ponencia de María Telo, bajo el título

«La mujer en el derecho civil», analizó la situación de inferioridad jurídica de las mujeres españolas. Esta ponencia tuvo una gran repercusión. En ese Consejo se conocieron varias abogadas que decidieron crear «la Comisión de Estudios dependiente de la FIMCJ», con el objetivo de

«estudiar las conclusiones acordadas en el Consejo y reivindicarlas ante las autoridades correspondientes». Llegaron a visitar a las máximas autoridades en materia jurídica del país, jefe del Estado y delegada nacional de la Sección Femenina de Falange. Más tarde, en julio de 1971 se creó la Asociación   Española   de Mujeres Juristas(AEMJ), bajo la presidencia de María Telo Núñez. Los fines de esta asociación son: el estudio del Derecho, especialmente aquél que afecte directamente a la mujer o a la familia; promover la adecuación de normas legales a la época actual,

y la promoción de la mujer, dentro de sus respectivas profesiones, y particularmente de las tituladas en Derecho.

Participación en la Comisión General de Codificación

La AEMJ solicitó la incorporación de mujeres juristas en lComisión General de Codificación, que es, desde su creación el máximo órgano consultivo del Ministerio de Justicia. Para ello hubo de presentar varios escritos en los que se fundamentaba la solicitud con argumentos como este: “Excmo. Sr., nosotras somos las primeras en lamentar, por ser la más afectadas directamente, el que ninguna mujer jurista pueda haber tenido la oportunidad de acceder a los puestos que para ser Vocal nato de dicha Comisión de Codificación se requiere, a causa de estar prohibido en España hasta hace cinco años en Magistratura, y diez años en otras profesiones el ingreso de la mujer”

El 23 de diciembre de 1972 se le comunicó la constitución, en el seno de la Comisión General de Codificación, de una sección especial, para el estudio de las incidencias que los cambios sociales pueden haber producido, en el Derecho de familia y la formulación, en su caso, de las correspondientes propuestas. María Telo fue nombrada junto a tres mujeres más para formar parte de dicha Comisión. Los trabajos culminaron con la promulgación de la ley de 2 de mayo de 1975 que devolvió a la mujer su capacidad plena de obrar al eliminar la obediencia al marido, la licencia marital y todas las discriminaciones por razón de sexo excepto dos, la patria potestad conjunta y la administración conjunta de los bienes gananciales

Activismo desde Democracia española

Su obra jurídica y política fueron decisivas para la reforma del Código Civil. La patria potestad conjunta y la

administración conjunta de los bienes gananciales, fueron objeto de la ley de 13 mayo de 1981 sobre «Filiación, patria potestad, y régimen económico matrimonial», en cuyo estudio María Telo participó activamente en la CGC. Igualmente tuvo una destacada participación en los estudios previos a la aprobación de la ley de 7 de julio de 1981 sobre «Clases de matrimonio, separación, nulidad y divorcio». Siguió perteneciendo a la CGC como Vocal Permanente durante años.

El 23 de noviembre de 2005, impartió la conferencia en la Plataforma por el permiso de paternidad obligatorio, donde dijo: “Por eso el conseguir que el permiso de paternidad sea obligatorio, me parece una medida muy sabia para romper esa complicidad masculina entre empresario y trabajador. Los empresarios, y la sociedad en general, han de comprender que tanto el hombre como la mujer son seres humanos, que no son máquinas; que tienen hijos, y ambos tienen la obligación y el derecho, de cuidarlos y disfrutar de su compañía en los primeros tiempos de su vida. Y que, si esto comporta un cierto perjuicio para la empresa, no se puede saldar haciendo recaer la carga sólo sobre la madre en perjuicio de su trabajo y reservándose el trabajo del padre en su propio beneficio. Es una medida muy mentalizadora, pues al ser obligatoria creará costumbre, y al cabo de cierto tiempo se considerará normal y abrirá camino a otras igualdades”.

El 10 de junio de 2008, en el acto de investidura como doctora honoris causa, afirmó que la desigualdad subsiste, situando la raíz de este problema en que los roles que el hombre y la mujer desempeñan dentro de la familia, son desiguales «y sus consecuencias se proyectan en el mercado laboral, en la ocupación de puestos de poder, de decisión y de responsabilidad, etc».

Aludió a la doble jornada, los trabajos a tiempo parcial o de horario flexible de distinta naturaleza que, aseguró, «arruinan» la formación de las mujeres. La jurista, que había logrado modificaciones importantes del Derecho de Familia, terminó su discurso enunciando lo que según ella es el reto del siglo XXI, no sin antes apelar a gobernantes, empresarios y sindicatos, de quienes dijo que «debieran tomar conciencia, a nivel mundial de la necesidad de un cambio en la producción». En la mentalización está el reto del siglo XXI, —dijo— «y en conseguirla debe involucrarse la mujer, exigiendo de los gobiernos medidas adecuadas y sanciones duras para los que las incumplan».

El presidente de Extremadura, Fernández Vara en el discurso oficial del Dia de Extremadura de 2015, tuvo unas emocionadas palabras en recuerdo de nuestra insigne jurista y luchadora de los derechos de la mujer: “María Telo Sánchez nació en Cáceres el 8 de octubre de 1915. Probablemente sea desconocida para una mayoría de extremeñas y extremeños. Por eso la quiero traer a nuestras vidas en este 8 de septiembre de 2015, justo a un mes de su centenario. Murió el 6 de agosto del pasado año. María es un buen ejemplo de lo que se puede lograr si se lucha por ello. Mujer comprometida con la gran batalla por la igualdad de género. Logró, desde la Comisión General de Codificación, que el 2 de mayo de 1975 se promulgara una ley que devolvía a las mujeres la consideración de personas con capacidad jurídica propia, eliminando la obediencia al marido, la licencia marital y las discriminaciones por razón de sexo. Traigo hasta aquí el reconocimiento y el recuerdo a esta mujer por un triple motivo. En primer lugar, porque su ejemplo de vida demuestra que los cambios se producen cuando hay voluntad firme e inquebrantable de que así sea. En segundo lugar, porque la lucha por la igualdad de género en España tuvo en una mujer extremeña, que nació entre nosotros, a una de sus mayores luchadoras. Y lo digo ahora que queda aún tanto camino por recorrer. Y finalmente, para pedirle al conjunto de la ciudadanía, al mundo empresarial y profesional y las organizaciones sociales de cualquier ámbito, que sigamos avanzando por el camino de la libertad y de la igualdad en todas sus calles, que construyamos amplias avenidas por las que quepamos todos y avancemos juntos”.

ANTONIO ELVIRO ARROYO

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